#DIARIC COMUNICACIÓ 65 anys de la nevada del dia de Sant Blai

65 anys de la nevada del dia de Sant Blai

by Diari Campos

Es compleixen 65 anys de la gran nevada caiguda dins el terme de Campos, la matinada del 3 de febrer de l’any 1956, festa de Sant Blai. Recuperam la crònica del diari Baleares de dos dies després, 5 de febrer, del corresponsal campaner Miquel Roig Adrover “Lluís”.

El día de S. Blas la comarca de Campos amaneció completamente nevada

Pocas veces, a través de nuestra vida, nos había sido dado el poder admirar en toda su belleza, la población y la comarca camposina completamente nevada. La madrugada del 3 de Febrero, festividad de San Blas, a las cinco de la madrugada empezaron a caer tenues copos de nieve, que a medida que avanzaba la mañana iban formando un grueso espesor. Los habitantes de Campos al salir de sus casas quedaron maravillados del magnífico espectáculo que a sus ojos se ofrecía.

Las calles se encontraban cubiertas con una capa de nieve de más de medio palmo de espesor, ofreciendo una panorámica inigualable, ya que, aunque con pequeña intensidad, nevó durante tres horas, cubriendo con su manto blanquísimo todo el paisaje local. La gente estaba maravillada y la chiquillería recorría entusiasmada las calles y suburbios de la población, construyendo grandes bolas de nieve y extravagantes monigotes que eran el júbilo y la admiración de las gentes. 

Según los más ancianos, jamás en su larga vida, habían visto caer en Campos tan copiosa nevada. La última que recordaban, acaeció en el año 1917, hace exactamente treinta y nueve años. Ni que decir eran muchas las generaciones de jóvenes camposinos a los cuales jamás les había sido dado contemplar tan preciosa fenómeno meteorológico. Los niños de hoy, recordarán siempre a través de su retina, el magnífico espectáculo que ofrecían a sus ojos, las plazas del General Goded, Cruz, Mateo Prohens, al igual que las largas avenidas y los campos de nuestra ruralía. 

En la cuesta de Ca s’Hereu Mas, distante unos tres kilómetros de la población, en muchos sitios, la nieve alcanzó la altura de más de medio metro de espesor, según nos refirió un chófer que todos los días realiza en aquellos parajes la recogida de la leche de los hortelanos y campesinos de nuestra comarca. Mediada la mañana, lució el sol con todo su esplendor, fundiendo paulatinamente tan blanco sudario, que constituyó, a no dudar, la nota más destacada de este febrerillo loco y que si no nos engaña el refrán: Año de nieves es año de bienes.